<div id=»img_marco»><img src=»/gtd/images/alarma.stevieleet.jpg» alt=»Alarma» /><br />Foto de <a href=»http://www.sxc.hu/profile/stevieleet» title=»Alarma»>stevieleet</a></div>En nuestra vida de productividad personal nos hemos acostumbrado a convivir con las listas. Vaciar la mente y dejarlo todo fuera de ella es un proceso que realizamos para descansar espiritualmente, sabiendo que todo está controlado y al alcance de nuestra visión. Hemos aprendido a confiar en ellas como reflejo de todas nuestras acciones y proyectos, son el motor de nuestra productividad que alimentamos y cuidamos.
Tenemos listas para las acciones siguientes, para los proyectos activos y los que están dormidos. Tenemos listas de personas con las que hemos de interactuar, de los contextos donde nos movemos. Tenemos listas que hemos personalizado a nuestras necesidades, como la de las [victorias y derrotas](http://www.bergonzini.net/gtd/?e=249 «victorias y derrotas»), ahora hoy doy a conocer otra lista de la vergüenza, que quiero tener siempre visible para ir mejorando mi ética.
Una de las ventajas de ser productivo es que tu fortaleza y tu ética se endurecen, se crea una fuerza de voluntad capaz de dominar tu yo interior, el espacio que te rodea y las necesidades que quieres conseguir. Pero no nos engañemos, no somos superhéroes y tenemos nuestra propia kriptonita comenzando por nosotros mismos.
Hemos lidiado con todos los problemas internos y por muchos hábitos y alertas que hemos instaurado, somos animales que cometemos errores, a veces los superamos, otras los repetimos y algunas de forma inconsciente los provocamos deliberadamente. Nuestra capacidad para mentir, aunque ha disminuido rayando la inexistencia, continúa como instinto de supervivencia. Para mi desarrollo personal, he creado la lista de las mentiras.
Por las noches, cuando el día termina y te enfrentas a la almohada, acuden a la mente recuerdos, promesas, imágenes del día, aquellas conversaciones donde podía haber dicho y callé, las afirmaciones que eran negaciones. Todo eso que la consciencia quiere purificar para conciliar el sueño, todo eso acaba en la lista de las mentiras.
La razón de esta lista es para fortalecer los hábitos y la ética, quiero seguir evolucionando como persona y para ello debo afrontar mis miedos y carencias. Esta lista me ayuda a conocer lo que fui y lo que debo mejorar, ejercitando mi fuerza de voluntad y tal vez encontrando pautas en mi carácter que dicen algo que puedo estar reflejando sin saberlo. Una lista sincera dirá mucho de todas esas carencias y te permitirá crear los caminos para fortalecerte.
Esta es una de las listas a repasar en la revisión semanal, con ella se crearan los proyectos necesarios para que entren en el sistema como meros objetos, en definitiva, si hemos entendido bien la productividad personal, las debilidades son más que cosas a las que hay que dedicarle acciones, la clave está en apuntarlas.
Con el tiempo he descubierto que muchas de esas mentiras han ido desapareciendo, no eran más que malos hábitos, miedos e inseguridades, servilismo y aceptación. Por otro lado, otras han ido creciendo y las has he visto repetirse como una falta de acciones para lidiar con ellas, así que los proyectos hay que rehacerlos.
Las mentiras no son más que objetos en nuestra mente, si las plasmamos en una lista podremos utilizarlas como cosas, confiando plenamente en nuestro sistema de productividad personal.